El angosto tramo central de Vietnam brinda algunos de los lugares más fascinantes del país, entre ellos Hué y Hoi An.
Una larga cadena de provincias costeras que une las extensas regiones arroceras del delta del Song Hong (río Rojo), al norte, con el delta del Mekong, en el sur, forma el estrecho cuello de Vietnam central.
En el corazón de esta región se encuentra Hué, la Ciudad Imperial de los reyes Nguyen.
Es una ciudad espléndida a pesar de los daños causados por la guerra, con una ciudadela majestuosa, fortificaciones y mausoleos imperiales. La atraviesa el río del Perfume -Song Huong-, que no hace honor a su nombre.
La guerra de Vietnam fue una época especialmente dramática para las estrechas provincias costeras de Quang Tri y Dong Ha, ubicadas al norte de Hué, ya que estaban inmediatamente al sur de la zona desmilitarizada.
Al sur de Hué, da paso a Da Nang, una activa ciudad portuaria y el cuarto núcleo urbano de Vietnam en cuanto a su tamaño, con un pujante comercio en sus calles y preciosas playas en las inmediaciones.
Esta población es la puerta de entrada a la provincia de Quano Nam Da Nang y al antiguo reino de Champa. Las inconfundibles torres de ladrillos rojos y santuarios cham que salpican el paisaje, construidos entre los siglos VIII y XII, son mudos testigos del reino que floreció en esta región antes de ser absorbido por los vietnamitas que llegaron desde el norte.
Cerca se encuentra Hoi An, una encantadora ciudad del siglo xv, el mayor puerto marítimo y el centro comercial más importante del país durante los siglos xvii y xviii, cuando los europeos la conocían como Faifo. Sus hermosas casas comunales, pagodas y templos, muy bien conservados, ponen de manifiesto la presencia e influencia de los chinos, japoneses y occidentales que se asentaron en esta región.